27.7.07

Artemia salina - Descapsulamiento -

Una pequeña introducción

En este artículo pretendo contarles el método que empleo para obtener nauplios de artemia y hacerlos crecer un poco a partir de la eclosión de quistes de artemia sin que lleguen a su desarrollo sexual. Mi fin no es producir artemia adulta en grandes cantidades, sino siempre poder disponer de una pequeña parte de alimento vivo de dos tamaños diferentes. La cual utilizo para alevines recién nacidos y como complemento en la alimentación de peces jóvenes. No es mi intención reproducirla, al menos por el momento, necesito más cosas para poder hacerlo.

La información teórica la he recogido de internet, y de algunos manuales míos y externos, como el de la FAO cuyo enlace está al final de este artículo.

Existe artemia salina de diferentes especies, unas son mejores que otras en cuanto a aportes nutricionales. Generalmente miden entre 0,3 y 1,5 cm de longitud, su desarrollo cambia en función de la cantidad de sal y alimentación del agua.

Se trata de un pequeño crustáceo que vive en aguas salobres (nunca en el mar) y que se puede encontrar prácticamente en muchos lugares. La eclosión está al alcance de cualquier aficionado y la recomiendo ampliamente en sus dos primeras fases como alimento de nuestros peces; sin embargo, en cuanto a su tercera fase (fase adulta) dependiendo de su alimentación será el valor nutritivo de este crustáceo.

La Artemia recién eclosionada se llama nauplio (de color pardo anaranjado) y esta especialmente indicada para alimentar peces recién nacidos e invertebrados no solo por su alto valor nutritivo, sino porque el nauplio duplica su tamaño en menos de 48 horas, esto se debe a una hormona de crecimiento contenida en sus reservas vitelinas, la cual al parecer es transferible al ser digerida por nuestros alevines. Además de esta hormona, la artemia contiene proteínas, lípidos, vitaminas y beta-carotenos, sustancias que además de estimular el desarrollo, realza e intensifica los colores. Por lo que ahora comprenderán porque nunca ningún alimento artificial o suplementario puede reemplazar el alimento vivo natural, sobre todo cuando se cultiva en condiciones controladas, libre de patógenos y muy rico en nutrientes.

Eclosión y cría de la artemia salina.

Dividiré en 5 partes este apartado: Hidratación, descapsulación, lavado, eclosión y enriquecimiento. Recordar que los factores importantes en la eclosión de la artemia son: iluminación, aireación y temperatura.

Hidratación

Es importante utilizar un recipiente bien desinfectado para poder empezar el cultivo. Yo utilizo desde un recipiente de un litro, trasportines o botellas de plástico de 1 litro para la eclosión. La manera más fácil y barata de desinfectar cualquier recipiente es con lejía al 30%, y dejarlo al sol aproximadamente 24 horas. Otro método de desinfección natural que yo utilizo es enjuagar el recipiente con un concentrado líquido compuesto de ajo, cebolla y limón, para posteriormente enjuagarlo con abundante agua del grifo.

Una vez desinfectado nuestro recipiente colocamos en un litro de agua 32-35 gramos de sal marina para acuarios, desyodada (la medida corresponde a una cucharada sopera aprox.), removemos y ya tenemos nuestra incubadora, ahora comenzamos con los quistes de artemia.

Foto 1: Recipiente para incubadora e hidratación.

Foto 2: Cantidad aproximada de sal en la incubadora.

Ahora en un vaso de plástico añadimos aproximadamente 50 ml. de agua de grifo o bien, en un recipiente con agua, donde colocaremos la cantidad de quistes que vamos a necesitar valiéndonos de una cuchara de café o postre. Tener en cuenta que por cada alevín recién nacido se necesitarán de 2 a 3 nauplios para su crecimiento.

Dejaremos hidratando en esa agua nuestros quistes por espacio de una hora con aireación. Lo que sucederá a continuación es que el embrión inactivo al tener menos del 10% de agua en su interior, comenzará a metabolizar al absorber más agua de la que tiene actualmente (hasta un 140%), adoptando una forma circular. Una vez transcurrida esta hora de hidratación, quitaremos la aireación y esperaremos a que se asienten los quistes; removeremos los quistes que permanezcan flotando y seguiremos trabajando con los quistes que se han depositado en el fondo.

Foto 3: Hidratación con aireación.

Descapsulación

Filtraremos los quistes seleccionados de la hidratación y los pondremos en una solución de lejía al 50% (Agua más lejía a partes iguales) durante 10 minutos o hasta que los quistes tomen un color anaranjado. Volvemos a filtrarlos, yo uso un filtro para café aunque puede usarse cualquier cosa a modo de tamiz. Este corto y sencillo proceso ocasiona la ruptura de la cáscara el embrión y a partir de ahora entrará en contacto directo con el medio externo a través de su membrana de eclosión.

Foto 4: Lejía y recipiente de descapsulación.

Foto 5: Cantidad de quistes aproximados para 50-100 alevines. Si sobrasen nauplios pueden congelarse o llevarse a crecimiento.

Foto 6: Quistes descapsulados.

Lavado

Regresaremos los huevos al tamiz y lavaremos con agua del grifo hasta que pierdan el olor a lejía, de 5 a 10 minutos. Pasaremos los huevos a la incubadora, en un sitio iluminado con suficiente aireación y temperatura no menor a 22 grados, ni superior a los 30, y en 24 horas obtendremos nuestros nauplios de artemia; los cuales una vez eclosionados y después de 48 horas pueden ser alimentados a pequeñas dosis de espirulina en agua, levadura de cerveza, aceite de bacalao o néctar de alguna fruta.

Foto 7: Lavado en tamiz de quistes descapsulados.


Foto 8: Quistes descapsulados finales. Pueden usarse como alimento directamente o bien, hacerlos eclosionar.

Ventajas y consejos en la descapsulación.

Los mejores resultados se obtienen cuando las incubadoras son transparentes por la influencia de la luz y una aireación desde el fondo porque los quistes descapsulados tienden a sedimentarse puesto que han perdido su propiedad de flotabilidad al ser retirado el corion (cáscara del quiste).

Una de las principales ventajas consiste en que el ingerimiento de las cáscaras vacías o no eclosionadas, al no poder ser digeridos causan obstrucciones en el tubo digestivo. Además, las cáscaras suelen estar cargadas de bacterias que no podrán ser removidas del todo con la sal ocasionando algunas infecciones.

Foto 9: Foto comparativa entre quistes normales y descapsulados.

Fuente consultada: http://www.fao.org/docrep/field/003/AB474S/AB474S00.HTM

Elaborado y editado por Azucena Gual para Pezerologo.

Próximo artículo: Desarrollo y reproducción de la artemia salina.

Buscar en este blog

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Entradas populares

Visitas última semana